jueves, 26 de agosto de 2010

esqueleto de Marsopa espinosa ( Phocoena spinipinnis)

La Marsopa Espinosa(Phocoena spinipinnis) es la única especie de cetáceo perteneciente a la Familia Phocoenidae que habita exclusivamente en aguas templadas de las costas de Sudamérica, siendo endémica de la región. Su distribución comprende, en el Pacífico, desde Bahía de Paita, Perú, hasta Tierra del Fuego. En el Atlántico, se encuentra desde San Pablo, Brasil, hasta el Cabo de Hornos.
Son animales huidizos, que nadan rápidamente, casi sin alterar la superficie del agua. Se distinguen principalmente por su aleta dorsal, dirigida hacia atrás y situada en el tercio posterior del cuerpo, que no sobrepasa los 6 cm de alto, las cuales frecuentemente pasan desapercibidas.










Estado de conservación Insuficientemente conocida

Tamaño y peso
Las marsopas espinosas miden entre 1.5 y 1.8 m. Pesando de 60 a 70 kg.

Características Físicas
Las marsopas espinosas tienen grandes aletas pectorales, la aleta dorsal apunta hacia atrás y se encuentra ubicada en el tercio posterior del cuerpo. Su coloración es gris oscura o negra, siendo ligeramente más clara en la zona ventral. Una vez muerta, la coloración de este animal se torna absolutamente negra.

Alimentación
Peces pequeños y calamares.
Conducta Viajan en grupos de uno a ocho individuos, pero se han registrado escuelas de alrededor de 70 individuos en las costas del Perú. Son difíciles de avistar dado su comportamiento tímido. Se alejan rápidamente de las embarcaciones. Se estima que durante la noche, se aproximán aún más a la costa.

Amenazas
Esta especie ha sido sobre explotada por cientos de años. Posiblemente se trata de la especie que más dañada por la interacción pesquera, dado que frecuentemente resulta enmallada en redes de pesca artesanal.


recoleccion de esqueleto





























































craneo de marsopa espinosa































agradecimientos a mis voluntarios Marlene Pizarro y Claudio Luengo
y a mis amigos del museo de san antonio

su servidor Diego Jara Silva

comentarios


Archivo del blog